una estructura profesionalizada y la incorporación de su nueva unidad de arriendos y postventa, es lo que posiciona hoy a esta empresa como un proveedor capaz de adaptarse a distintos mercados y entregar soluciones completas para personas, empresas, e incluso para el Estado.
-Por Veronica Cardona De Santiago
La tecnología avanza a pasos agigantados y en pandemia Sandos, una empresa chilena se encargó de vender computadores armados por ellos mismos con la tecnología de más alta calidad. Hoy se dedica a ofrecer soluciones tecnológicas para personas y empresas, combinando no solo venta, sino también arriendo de equipos, servicios personalizados y una postventa sólida.
Su crecimiento se ha sostenido en los procesos profesionalizados y una propuesta centrada en la continuidad operativa, Sandos se ha consolidado como un proveedor confiable, adaptable y orientado a resolver efectivamente las necesidades de cada cliente.
Los primeros pasos de Sandos fue en un rubro completamente distinto al que hoy domina, partiendo como un hobbie y descubriendo una necesidad que buscaba abrirse camino ofreciendo productos armados individualmente con un objetivo específico. Es gracias a la combinación de necesidades y oportunidades dentro del rubro, una visión empresarial y la capacidad de adaptarse a nuevos mercados y clientes lo que transformó radicalmente su rumbo.
Sandos es una empresa que no solo vende tecnología, sino que acompaña procesos completos, asesorando a instituciones y posicionándose con fuerza en el sector público, con licitaciones estatales, y en el sector empresarial. Recientemente, adquirieron un nuevo modelo de servicios que proyecta su crecimiento hacia un estándar más sostenible y de largo plazo.

El giro que cambió la historia
El salto hacia la tecnología no ocurrió de la noche a la mañana, este proceso gradual comenzó con la venta de productos computacionales, donde fueron observando que tanto los clientes particulares como empresas necesitaban más que equipos; necesitaban soluciones rápidas y eficientes.
Una vez hicieron su llegada al mundo de las licitaciones estatales, se dieron cuenta de que son procesos que requieren de una organización, rápida y la capacidad de respuesta, que de alguna forma ya habían adquirido. Por lo mismo, Sandos supo leer ese terreno y en muy pocos años pasó de ser un nuevo actor a transformarse en un proveedor confiable para instituciones del Estado.
Sandos descubrió que el mayor desafío no es vender, sino acompañar. En ese proceso detectaron que el mercado demandaba postventa real, con un soporte consistente, una continuidad operativa y sobre todo se requieren de equipos que no se convirtieran en un problema futuro.

La evolución hacia la prestación de servicios
De esa observación fue que dieron varios de los pasos más importantes en su historia. El desarrollo de Servicios, donde la nueva unidad estratégica ofrece arriendo de equipos tecnológicos a 12, 24 y 48 meses.
La lógica detrás de esta propuesta es simple, porque muchas organizaciones, tanto públicas como privadas, requieren equipos de alto estándar, pero no necesariamente quieren o pueden hacer una inversión tan grande, que además implique correr riesgos y cargar con la mantención. Sandos le permite a sus clientes acceder a computadores de calidad asegurada, con soporte, recambios, visitas técnicas y continuidad operacional garantizada.
En palabras del equipo, “el canal corporativo no es solo vender. Es ser parte del funcionamiento diario de nuestros clientes. Es otra realidad, otro tipo de trato y sobre todo otra forma de acompañar”.
Este modelo ha sido especialmente atractivo para empresas que dependen de una operación diaria sin interrupciones, donde un equipo detenido puede significar pérdidas, retrasos o incluso comprometer metas internas.
Orden, procesos y la capacidad de escuchar
El crecimiento de Sandos no se explica únicamente por una buena oferta, también se debe a que cuenta con una estructura robusta en áreas diferenciadas. Tienen un equipo comercial enfocado, un área de logística preparada para volúmenes altos y un enfoque muy claro en dar respuesta rápida.
Sandos aprendió a trabajar con rigor, orden y plazos estrictos. El trabajo con particulares y con el retail les dio flexibilidad y atención al detalle. El mundo corporativo, en cambio, los obligó a mirar todo como un proyecto integral, por eso hoy combinan lo mejor de cada una de esas experiencias.
A esto se suma un trato cercano, orientado a comprender lo que cada cliente realmente necesita. Antes de instalar cualquier solución, realizan visitas en terreno, verifican la factibilidad, levantan riesgos y entregan alternativas según el presupuesto disponible. “No vendemos por vender. Vendemos lo que funciona para esa persona o esa institución específica”, explican.

Un equipo detrás del crecimiento
Aunque el avance ha sido acelerado, la empresa mantiene su sello inicial. La cohesión interna y la comunicación son aspectos que destacan a quienes trabajan en Sandos. El equipo valora que cada área esté conectada y que exista claridad en los procesos, lo que permite abordar proyectos complejos sin perder el orden.
Reconociendo que el éxito ha venido acompañado también de nuevos desafíos como manejar un volumen de productos para el que en algún momento no tuvieron espacio, atender necesidades urgentes, adaptarse a distintas realidades territoriales y sostener un nivel de servicio a la altura de clientes más exigentes. Pero en cada etapa hubo un aprendizaje que hoy se refleja en una empresa más sólida en estructura y con una visión a futuro mucho más ambiciosa.
Lo que viene
Sandos se prepara para consolidar su presencia en los tres frentes, el Estado, lo corporativo y sus servicios. Para 2026 esperan ampliar sus contratos de arriendo, sumar soluciones tecnológicas más avanzadas y fortalecer la postventa como un sello característico.
Con su nuevo eje y un portafolio que continúa creciendo, la empresa proyecta un futuro donde su rol ya no será solo entregar tecnología, sino asegurar su funcionamiento y acompañar a cada cliente en su operación diaria.



