Masoterapias Atton es hoy el santuario de la empatía donde el cuerpo y la dignidad son sagrados, tratar con respeto a sus pacientes es la prioridad y no para que vuelvan, sino para que sanen
En un mundo donde muchas personas son percibidas y tratadas de manera impersonal, como productos, Masoterapias Atton ha transformado su espacio en un santuario acogedor y terapéutico diseñado para brindar privacidad, comodidad, armonía y tranquilidad. En este espacio, la empatía, el respeto y la conexión humana son la esencia de cada proceso de bienestar.
Su misión es aliviar las tensiones musculares, dolores crónicos, lesiones deportivas, bajar el estrés; mediante la constante busqueda de “hacerle cariño al cuerpo, mente y espíritu”.
“Somos personas con emociones, con historia, con cicatrices”, afirma Richard Atton, masoterapeuta clínico y maestro Reiki de segundo nivel. Por ello, su enfoque se extiende más allá de lo físico, “mi trabajo va mucho más allá del cuerpo. Yo quiero que quien sea atendido por mí se sienta escuchado, importante y respetado. Que sepa que aquí no hay juicios, solo cuidado y aceptación”.
Esta profunda atención nace desde sus propias vivencias personales. Richard comparte: “fui gordo y sufrí discriminación por mi apariencia. Por otro lado, mis hijas en su adolescencia sintieron el acoso visual y la falta de respeto hacia las mujeres. Por eso, cada vez que atiendo, pienso en esto. No quiero que nadie que llegue aquí se sienta observado o pasado a llevar. Mi compromiso está en que cada persona sienta que está en el lugar seguro, donde su cuerpo y su dignidad son respetados”.

La Fusión de Técnica Profesional, Energía Reiki y Conexión Humana.
La masoterapia es mucho más que un simple masaje, para Richard “la masoterapia un tiene propósito, un plan, una intención terapéutica. Se trabaja el cuerpo, pero también lo emocional y lo energético. Porque muchas veces los dolores físicos son reflejo de lo que cargamos por dentro”.
Richard cuenta con una sólida formación en Masoterapia clínica, deportiva, estética, con piedras calientes, ventosas y reiki. Este conocimiento integral es el que le permite ofrecer una completa gama de servicios abarcando masajes de relajación, descontracturantes y deportivos, y muchos más. Durante estas terapias, aplica principios de Reiki para canalizar energía positiva y sanadora a través de sus manos. “No practico Reiki como sesión aparte, pero aplico sus principios. Mis manos trabajan con intención. La energía fluye cuando pones el corazón en lo que haces”.
Richard recalca que la conexión humana es un elemento esencial en cualquier proceso de sanación, argumentando que “puedes ser un profesional lleno de diplomas, pero si no escuchas al paciente, no sirve. La gente tiene necesidades específicas, y acá les damos la atención necesaria y realizamos una sesión personalizada según sus gustos y requerimientos”. Prueba de esto son los cientos de comentarios en Google con cinco estrellas.
Esta conciencia terapéutica es también el núcleo de su enseñanza como director y profesor en Masoterapias Atton, “siempre les digo a mis alumnos que no se trata solo de aprender técnicas, sino de desarrollar empatía. Si no logras que la persona confíe en ti, no hay terapia posible. Enseño a mirar al otro como un ser humano completo, no solo como un cuerpo que hay que reparar”.
Richard resalta la importancia de contar con un equipo diverso, para la comodidad de la consulta “no todos se sienten con la confianza para ser tocados por un hombre o una mujer”, asegurando así que sea un equipo apto para todos.

Rompiendo Mitos y liberando las emociones
Para Masoterapias Atton, cada encuentro es un proceso evolutivo. “Cada persona que llega es distinta, y cada vez que vuelve, también es una experiencia diferente. Por eso para nosotros es obligatorio realizar una entrevista previa a cada sesión.” “El objetivo no es repetir una rutina, sino acompañar en un proceso. Por eso le llamamos terapia, porque se transforma, evoluciona”.
A menudo, los pacientes llegan con dolores físicos que, en realidad, son de origen emocional y Richard es consciente de ese fenómeno “El cuerpo habla cuando la mente calla. He visto gente llorar, reír, liberar emociones que tenía contenidas hace años, y es que cuando el cuerpo se expresa, se siente más liviano, más libre”.
También se dedica a desmitificar ideas erróneas comunes en el rubro. Por ejemplo, “No todos los masajes descontracturantes deben doler, porque no por sufrir más vas a sanar mejor. Es mucho más efectivo recibir terapias más frecuentes y menos intensas, que pocas, pero muy intensas. Porque el cuerpo recuerda la experiencia y si asocia el masaje con dolor, va a evitarlo. Si lo asocia con bienestar, va a querer volver”.

¿Por qué crear Masoterapias Atton?
Richard Atton afirma que su llegada a la masoterapia fue casi fortuita. “Soy ingeniero informático de profesión. Nada que ver con las terapias, pero una vez fui a un masaje, y el terapeuta me trató con tanta humanidad, que me cambió la vida. No solo me quitó el dolor físico, también me ayudó a sanar emocionalmente. Sentí que quería hacer eso por otros”.
Y fue esa experiencia la que lo llevó a la creación de espacios de bienestar y la formación de nuevos profesionales, instruyendo a más personas para que puedan replicar su labor. “Cada persona que llega a mi consulta tiene una historia, y mi misión es acompañarla en un pedacito del camino a su bienestar. Mi trabajo, además de aliviar el cuerpo, es liberar emociones, ayudar a reconectarse con uno mismo”.
Cuando se le pregunta qué le gustaría que el público supiera sobre su trabajo, Richard sonríe y responde: “Que todos son bienvenidos. Que aquí nadie es juzgado ni observado. Que la masoterapia ayuda a tu cuerpo, pero también puede ser un refugio, un lugar donde tu ser completo se reconcilia. Si al terminar una sesión, alguien se va más liviano, más feliz o más en paz, siento que hice bien mi trabajo”.



