Hay que ser valiente para provocar a marcas comerciales importantes y ¡menos mal el “weón” de las paltas lo es! Gracias a que se atrevió a emprender y seguir sus intuiciones, hoy es todo un hit, y no solo en la temporada de paltas.
Se hizo públicamente conocido por desafiar a una de las grandes marcas del retail. Sin embargo, su éxito no se debe a que cambió 58 kilos de paltas por un celular, sino más bien, porque logró consolidar un pequeño emprendimiento en una marca registrada.
Con 20 años, Camilo Briceño comenzó a vender paltas mientras estudiaba ecoturismo. En ese entonces buscaba la independencia económica y al mismo tiempo, terminar su carrera. Entre sus compañeros, algunos profesores, amigos y familia, empezó a mover su emprendimiento. Sin embargo, el éxito de “el weón de las paltas” llegó después. Durante esos años no llevaba ese nombre, para el 2013 el emprendimiento era “Palta Express”.
Cuando terminó la universidad, Camilo dejó la venta del llamado “oro verde” y se dedicó al trabajo de oficina relacionado con el mundo del turismo. Pero su espíritu emprendedor lo llevó a crear un gimnasio de entrenamiento funcional, el que si bien tuvo una buena recepción al comienzo, no logró sostenerse en el tiempo.
¿Por qué no volver a las paltas? Se preguntó Briceño, quien de forma decidida retomó el emprendimiento universitario y se propuso convertirlo en un gran negocio. Ahora sí, cambió el nombre y pese a que algunos cercanos le dijeron que no era una buena idea, él quería ser “el weón de las paltas”.
“Invertí mucho tiempo en radio, tele, diarios y difusión”, comenta el emprendedor, quien desde un comienzo sabía que para ampliar el negocio debía darse a conocer. Y así fue, de a poco su nombre empezó a sonar y las personas empezaron a llegar. Hoy son más de 10.000 los clientes en Santiago y la meta de este 2022 es llegar al Litoral Central.
El negocio que comenzó en Instagram, hoy cuenta con un e-commerce y despachadores que logran hacer las entregas en el menor tiempo posible. Para Briceño las ventas online son el presente y futuro. Algo que si bien ya existía previo a la pandemia, el Covid-19 permitió consolidar y en su caso, las ventas se triplicaron.
Relacionado con a la difusión, si bien las herramientas de marketing digital que utiliza para mejorar las estrategias de venta, han sido aprendidas de forma autodidacta, Camilo forma parte de una comunidad de emprendedores donde comparten información y datos de mercadeo entre otras cosas.
Por otro lado, para Briceño hoy las personas prefieren comprar en pequeños negocios o tiendas online, que en supermercados, lo que implica estar al día con las tendencias y las nuevas plataformas de venta. “Los emprendimientos se especializan en los productos que venden y eso te asegura calidad”, dice y agrega que si bien la comercialización es muy importante, lo es aún más entregar un buen servicio a los clientes.
Por lo mismo, es muy detallista en cómo maneja el negocio y los productos que ofrece. Se niega a entregar algo en mal estado y siempre busca conseguir lo mejor para los clientes. Eso también lo ha impulsado a diversificar la variedad, no solo vende paltas, sino también naranjas y limones.
De forma autónoma y guiado por sus intuiciones, Camilo Briceño, casado hace seis años y padre de tres hijos, logró consolidar un emprendimiento universitario en un gran y reconocido negocio.
